miércoles, 27 de octubre de 2010

TALLER FINALIZADO EN PASTALES


Instituto Técnico Ambiental Combeima (sede Pastales)



El Mejor taller realizado

El día 21 de octubre se inició el taller en el Instituto Ambiental Combeima en la sede de Pastales, corregimiento de la ciudad de Ibagué. En este se presentaron 16 personas, entre ellos 11 adolescentes y  5 adultos. El proceso que se llevó a cabo con la Institución fue una experiencia muy agradable, porque las personas que iniciaron siempre estuvieron muy comprometidas. El  primer día se reflejó la timidez de los participantes, pero a medida que íbamos avanzando fueron expresando sus opiniones respecto a los temas tratados. 

Al siguiente día se llevó a cabo la segunda sesión, era casi imposible no encariñarse con esas personas, pues la señora María, una de las madres de familia que recibió el taller, nos consintió mucho, ese día nos llevó galletas de coco. Se presentaron inconvenientes técnicos como lo fue un adaptador para el DVD, pero siempre contábamos con posibles soluciones: dos de los jóvenes se las ingeniaron para que al DVD le llegara corriente y así poder ver el programa que teníamos previsto para esa sesión. 

El día 25 de octubre, a pesar de la lluvia, y de lo que las personas tienen que caminar, (aproximadamente 25 minutos para llegar al colegio), no faltó nadie. Es ahí donde se agradece el compromiso y el valor que le dan a cada oportunidad que tienen para educarse. Ese día la señora María nos llevó almojábanas a Priscila, mi compañera de taller y a mí. De acuerdo a los inconvenientes que se presentaron la sesión pasada, Juan, “el chico Directv”, como lo bautizamos, por ser el único que contaba con esta parabólica, ya que, muchos de ellos ni siquiera tenían televisor, nos prestó su DVD para presentar los videos que ellos habían realizado en la video cámara de la docente que nos acompañó en todo el taller, Luz Marina. 

Ellos, como nosotras, nos sentíamos satisfechos por el trabajo que estábamos realizando, ellos aprendiendo a ver la televisión de una manera crítica y nosotras conociendo sus formas de vida. 

La última sesión se llevó a cabo al día siguiente, siempre fueron puntuales, alguno antes de las 8 de la mañana estaban esperando el inicio del taller, y a nosotras para ayudarnos con las bolsas y las cajas de los refrigerios, ese día la señora María nos llevó a todos mermelada casera, las cuales se repartieron en cucharitas que ella misma llevó. 

Así mismo, todos participaron, ya la timidez no existía, siempre fueron personas muy colaboradoras, respetuosas y comprometidas con el taller. Siendo el último día nos dijeron que por qué no continuábamos y aunque hubiéramos querido que fuese más largo, ya habíamos llegado a su fin. 

Terminando la sesión, cada uno dijo lo que más le había gustado y las cosas que habían aprendido. Sentimos una satisfacción al saber que el objetivo se había cumplido y que aunque sean personas de zonas rurales con pocos recursos, son personas que tienen mucho potencial y muchas ganas de aprender.

Por: Alejandra Giraldo
Universidad de Ibagué